miércoles, 30 de marzo de 2016

DEL ACTOR ARMADO AL ACTOR EDUCADO

DEL ACTOR ARMADO AL ACTOR EDUCADO: Reflexiones del precepto social de justicia.

Por Luis Carlos Restrepo Rojas.
Rector Corporación John F. Kennedy[1].

El siempre inacabado reto de promover un estatus social incluyente, democrático y justo desde una perspectiva material (y para algunos moral,) ha sido tradicionalmente supeditado y reducido al precepto constitucional de la paz como deber y derecho[2], así como a las concepciones normativas derivadas como es el caso de la cátedra para la paz prevista en la Ley 1732 de 2.014 y el Decreto Reglamentario de 2.l015, pero nada más lejano de la realidad y el estado ideal de las cosas; el reconocimiento de la paz como derecho y deber de por si necesario e imprescindible como garante del estado social de derecho, y para no pocos sublime y romántico desde la concepción de una nueva Colombia, soñada y diseñada en la constituyente de 1.991, corresponde en un sentido ontico del estado, al imperioso deber de generar ciudadanos que con su cotidianidad evidencien y constituyan un entorno respetuoso de la concepción del otro, de su devenir histórico y su versatilidad multidinámica y multifacética.

La construcción de un imaginario colectivo donde el actor social aprehenda nociones comportamentales incluyentes así como desarrolle actitudes de servicio, reconocimiento y apoyo al otro, de por si demanda de los educadores, en cualquiera de sus denominaciones o categorías un compromiso irrestricto que en algunos casos rayará en el apostolado y la abnegación, ya que por encima de válidos y procedentes criterios de calidad y estandarización, útiles en escenarios de políticas gubernamentales de alto nivel,  es la educación en su sentido lato y amplio, la llamada a formar generaciones que complementen y lleven a la práctica una convivencia justa y en equidad.

La verdadera noción de paz, hasta ahora desconocida en el entorno nacional y que se avizora aun tímida en un escenario de post conflicto, es un componente teleológico superior a los criterios de la rentabilidad y auto sostenibilidad desde la óptica educativa y formativa, de allí que solo en las aulas, en los espacios académicos y los espacios de construcción de saberes plurifaceticos y heterogéneos, cualquiera sea su alcance y medio, es donde se podrá transformar a la sociedad colombiana y las comunidades que le constituyen para generar desde la misma humanidad de sus habitantes criterios no de armonía, sino de construcción mancomunada de un nuevo país.

La dejación del rol del actor armado (no solo el alzado en armas) para pasar al rol del actor educado trasciende a la concepción del campo de batalla e invade todas las órbitas de nuestra sociedad, donde reconstruir pensamientos, concepciones y postulados demandará de la titánica labor de reinventarnos como compatriotas y reeducarnos como humanos.



[1] Abogado especialista en Derecho Comercial, con 8 años de experiencia en el manejo de Instituciones de Educación Superior, docente universitario con 10 años de experiencia en las áreas del derecho Constitucional General, Derecho Laboral y Derecho Comercial, Rector de la Corporación John F. Kennedy desde el año 2.014 y gestor de la presentación de la presentación de programas virtuales junto con productos de educación continuada con énfasis medioambiental.
[2] Artículo 22 de la Constitución Política Colombiana.

sábado, 26 de septiembre de 2015

CUADRO SINOPTICO: RELACIÓN EVALUACIÓN CON FORMACIÓN INTEGRAL

DIPLOMADO DE FORMACIÓN DE DOCENTES UNIVERSITARIOS

CUADRO SINOPTICO RELACIÓN EVALUACIÓN CON FORMACIÓN INTEGRAL



PRESENTADO POR:
LUIS CARLOS RESTREPO ROJAS
A:
DR. VÍCTOR MANUEL NEIRA.


 UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA
ESCUELA DE FORMACIÓN DE DOCENTES
BOGOTÁ D.C.
2.015


viernes, 25 de septiembre de 2015

ESTADO DEL ARTE: EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO DOCENTE








ESTADO DEL ARTE:
EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO DOCENTE

 PRESENTADO POR:
PAOLA MARTÍNEZ PÉREZ
LUIS CARLOS RESTREPO
CARLOS ANDRÉS BARRAGÁN DÍAZ 
YAMID  A. LEAL V.


 PRESENTADO A:
Dr. VICTOR MANUEL NEIRA

UNIVERSIDAD LIBRE DE COLOMBIA
MÓDULO  III. ESTRATEGIA EVALUATIVA EN LA DOCENCIA UNIVERSITARIA
ÁREA PEDAGOGÍA
DIPLOMADO EN DOCENCIA UNIVERSITARIA
BOGOTÁ D.C.
SEPTIEMBRE DE 2015


INTRODUCCIÓN:

La educación  es uno de los pilares para un futuro exitoso de nuestras sociedades. En el mismo sentido, los docentes en sus hombros reposa la obra para el éxito de un sistema educativo de cada nación. Efectivamente, un sistema combina diversos y numerosos elementos, como son los contenidos curriculares y los estándares nacionales, el liderazgo escolar y el desempeño de las escuelas, la calidad, la motivación y las perspectivas de los docentes, así como un sistema eficaz y eficiente de evaluación educativa. Sin embargo, los docentes son indispensables, por lo que muchos gobiernos ponen ahora una mayor atención al papel que juegan, es claro que la evaluación docente por sí misma no puede garantizar que un país cuente con profesores bien preparados, si antes no han existido procesos robustos de formación inicial y de formación continua. Cuando la evaluación es pertinente, justa y válida, puede funcionar como un mecanismo de control de calidad que indique, tanto al sistema educativo como al docente, cuáles son las áreas de mejora, ajustándose y enfrentándose a los diferentes cambio de la modernidad y los procesos de globalización que el mundo va evolucionando a pasos agigantados.
La evaluación del desempeño docente es el impacto que se tiene para que constantemente la calidad de la educación de cada estado esté a la vanguardia frente a otros entes educativos, el presente trabajo pretende exponer las diferentes concepciones que se tienen frente a la evaluación del desempeño docente en nuestro país y de otras instituciones universitarias que abanderan en la educación superior en busca de mejorar la calidad de educación, los cuales se seleccionaron la evaluación docente en Chile, la evaluación docente en la formación por ciclos propedéuticos, el caso de la Universidad Nacional Autónoma de México - UNAM, y finalmente el Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA).

Donde el grado de importancia es tan alto en el proceso educativo, que con ello permite  que se precisen las fortalezas en el orden pedagógico, metodológico, administrativo, normativo y personal tanto en los docentes como en los estudiantes, para que con ello se alcancen estándares de calidad de enseñanza y llegar a estimular en todo el organismo institucional una participación activa, consciente y continua, para así utilizar adecuadamente los recursos materiales y humanos  en pro de obtener los fines proyectados en cada institución educativa.

 LA EVALUACIÓN DOCENTE EN LA FORMACIÓN POR CICLOS PROPEDÉUTICOS.


La formación en educación superior supeditada a procesos secuenciales pero a la vez complementarios como lo son los ciclos propedéuticos[1], es una propuesta consecuente y ajustada a las realidades socio económicas de países tercermundistas y emergentes donde la formación superior debe ser concomitante con la participación en el mercado laboral y el aseguramiento de un mínimo vital, cosa que de suyo en nada es ajena a la realidad colombiana donde la formación pregradual por ciclos propedéuticos ha sido una estrategia formativa aceptable para sectores poblacionales geográfica o económicamente marginados de la oferta de educación superior.

Bajo esta premisa y atendiendo al alcance sucesivo de la formación por ciclos propedéuticos es donde se hace menester tener presente la especial connotación del papel de los procesos evaluativos, procesos estos que sirven a todas luces no como esquema de medición en el sentido lato sino como esquemas de construcción y reconstrucción del quehacer formativo donde el individuo cognoscente pasa a ser protagónico del sistema educacional pero a la vez el docente pasa a ser actor principal desde la perspectiva de materializador de los criterios de formación previstos institucional y normativamente.

Bajo dichos criterios y premisas es menester entonces abordar de manera breve los referentes normativos predicables a la educación por ciclos propedéuticos, aquella que “prepara para” así como de los propios de la evaluación docente asociada, el primero de estos referentes es el correspondiente al nuestra norma constitucional la cual en su artículo 67 establece que la educación es un servicio público que cumple una función social a su vez que en el artículo 69 dispone lo referente a la autonomía universitaria (y por substracciòn de materia libertad de cátedra,) ya en el plano legal encontramos la ley 115 de 1.994 (Ley General de Educación) la cual dispone las definiciones y criterios primordiales de la educación, el primer artículo en ser relevante es el artículo 5 regulatorio de los fines de la educación (formulando competencias asociadas al área trascendente, la formación democrática y ciudadana, así como la formación integral,) posteriormente encontramos como otro referente legal la primera norma especial asociada con educación superior, esta es, la ley 30 de 1.992 que establece en su artículo 1 que la educación superior será vehículo de desarrollo del potencial humano a la vez que en su artículo 2 dispone que la educación superior es un servicio público.

Estos primeros hitos normativos son antesala a las previsiones puntuales asociadas con los ciclos propedéuticos, y consecuentemente con la evaluación docente a su interior, la primera norma es la consagrada en el artículo 7 de la ley 30 de 1.992 que establece como campos de la educación superior la técnica, la ciencia, la tecnología, las artes y la filosofía, campos que serán desarrollados en los niveles técnico profesional, tecnológico y profesional universitario tal y como a su vez lo refiere la ley 749 de 2002  que reúne la formación propedéutica en las áreas de la administración, las tecnologías de la información y las ingenierías; bajo estas premisas el nivel técnico profesional estará orientado a generar competencias y desarrollo intelectual como el de aptitudes, habilidades y destrezas al impartir conocimientos técnicos necesarios para el desempeño laboral en una actividad, en áreas específicas de los sectores productivo y de servicios, (tareas relacionadas con actividades técnicas que pueden realizarse autónomamente, habilitando para comportar responsabilidades de programación y coordinación,) el nivel tecnológico ofrecerá una formación básica común, que se fundamente y apropie de los conocimientos científicos y la comprensión teórica para la formación de un pensamiento innovador e inteligente, con capacidad de diseñar, construir, ejecutar, controlar, transformar y operar los medios y procesos que han de favorecer la acción del hombre en la solución de problemas que demandan los sectores productivos y de servicios del país (desarrollo de responsabilidades de concepción, dirección y gestión de conformidad con la especificidad del programa,) a su vez el nivel profesional universitario suministrará la fundamentación teórica y la propuesta metodológica de la profesión, y debe hacer explícitos los principios y propósitos que la orientan desde una perspectiva integral, considerando, entre otros aspectos, las características y competencias que se espera posea el futuro profesional (ejercicio autónomo de actividades profesionales de alto nivel, e implica el dominio de conocimientos científicos y técnicos.)

Esta disposición normativa asociada con los niveles de formación que hacen parte de la ruta formativa por ciclos propedéuticos hace contraste con las normas asociadas a registro calificado, condiciones mínimas de calidad y acreditación, entre ellas la Ley 1188 de 2.008  la cual establece como condiciones de programas de educación superior en materia docente “El fortalecimiento del número y calidad del personal docente para garantizar, de una manera adecuada, las funciones de docencia, investigación y extensión,” “el establecimiento de adecuados mecanismos de selección y evaluación de estudiantes y profesores, en donde se garantice la escogencia por méritos y se impida cualquier discriminación por raza, sexo, credo, discapacidad o condición social” y “el desarrollo de una cultura de la autoevaluación, que genere un espíritu crítico y constructivo de mejoramiento continuo.” posteriormente esta previsión legal encontró desarrollo reglamentario en las previsiones del Decreto 1295 de 2.010 (hoy compendiado en Decreto 1075 de 2.015) que en materia de evaluación docente indica entre otros puntos los siguientes: estructura de la organización docente, profesores con titulación académica acorde con la naturaleza del programa, equivalente o superior al nivel del programa en que se desempeñarán, profesores vinculados a proyectos de relación con el sector externo o que tengan experiencia laboral específica referida a las actividades académicas que van a desarrollar, idoneidad de los profesores encargados de desarrollar los programas a distancia o virtuales, y los mecanismos de acompañamiento y de seguimiento de su desempeño,  plan de formación docente que promueva el mejoramiento de la calidad de los procesos de docencia, investigación y extensión y por último existencia y aplicación de un estatuto o reglamento docente.

Bajo las anteriores consideraciones normativas puede indicarse que la formación por ciclos propedéuticos demanda actualmente de los procesos de evaluación docente procesos disímiles no por incoherencias en el sistema de artìculación de los ciclos sino por el contrario, por su identidad particular y unívoca, en razón de ello los procesos asociados al nivel técnico profesional corresponde por principio a la evaluación de procesos de enseñanza de áreas transversales y prácticos en gran medida (hacer,) del nivel tecnológico referente a la resolución de problemas y desarrollo de mejoras procedimentales sean del alcance industrial o no (como hacer,) mientras que en el nivel profesional universitario se asocian a los componentes disciplinares concretos y procesos de investigación (para qué se hace,)  esto demandará entonces según el ciclo de formación del procesos de evaluación docente con indicadores particulares y con enfoques individualizados, donde los instrumentos secuencialmente mudan en sus indicadores para pasar el aspecto operativo al táctico y posteriormente al estrategico.

El desarrollo de estos procesos de estos esquemas de evaluación docente que pasan del operativo al estratégico reflejan la necesidad de mecanismos de evaluaciòn más cualitativos que cuantitativos y de mayor sensibilización para fomentar una articulación con el sistema de autoevaluación, escalafonamiento y destinación horaria del docente (migra de mayor tiempo de destinación horaria en el nivel técnico profesional a mayor destinación horaria en investigación en el nivel profesional universitario.)

 

Fuente: Ministerio de Educación Nacional. Educación Técnica y Tecnológica para la Competitividad. Noviembre de 2008.

En razón de lo anterior es menester indicar que la secuencialidad de la evaluación docente en la formación propedéutica no corresponde per se a un seccionamiento de una misma línea de formación sino al desarrollo de particularidades en referencia con el nivel de formación donde el docente debe manejar la construcción de diagnósticos, historias de vida, estrategias de observación y formas de evaluación, la comprensión de los tipos de investigación explorativa, descriptiva, analítica, entre otros y la compresión de técnicas experimentales, cuasi experimentales, heurísticas y hermenéuticas que aportan criterios de planeación pedagógica con visión y desarrollos didácticos innovadores, de manera prospectiva evitando el asistencialismo o la improvisación en la acción docente. (ACESAD Asociación Colombiana de Instituciones de Educación Superior.)

 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO – UNAM.

La experiencia que ha tenido la Universidad en la construcción y uso de indicadores ha cristalizado en su inte­gración en diversos documentos (Catálogos) lo que ha permitido homologar y homogeneizar la información sobre las actividades y resultados del trabajo académico esto es, conformar una plataforma común para medir el desempeño de las diversas entidades y dependencias que integran a la UNAM, mejorar los sistemas de información y contar con estadísticas más precisas. Los Catálogos de Indicadores han sido, también, un instrumento importante en las negociaciones que anual­mente realizan las autoridades universitarias con las diferentes instancias gubernamentales involucradas en la asignación de los recursos.

El Sistema de Indicadores de Desempeño Institucional (figura 1), está constituido en tres niveles:
• En el nivel superior, nivel estratégico, se establecen indicadores de desempeño global que miden el resultado y el impacto de la actividad de la UNAM en su conjunto. Sus principales destinatarios a nivel interno son la Rectoría, el Consejo Universitario y el Consejo de Planeación; y a nivel externo, entre otros: la SEP, SHCP, Cámara de Diputados, CONACyT.
• En el nivel intermedio, nivel de coordinación, se establecen indicadores de desempeño de los subsistemas y se refieren a los resultados y productos que generan los programas prioritarios que desarrolla la Universidad. Sus destinatarios son, además de la Rectoría, los Consejos Técnicos de las Coordinaciones de Humanidades, Investigación Científica y Difusión Cultural y los Consejos Académicos de Área.
• Finalmente, en la base del sistema, nivel operativo, y nivel para el que se estructuró este Catálogo, se establecen indicadores de desempeño que dan cuenta del quehacer universitario en cada una de las funciones sustantivas: Docencia, Investigación, Difusión y extensión de la cultura y como función adjetiva la Gestión. Estas funciones se expresan en los programas y proyectos contenidos en los planes de desarrollo y programas de trabajo de las entidades académicas y dependencias administrativas universitarias. Los indicadores de este nivel comprenden indicadores de insumos, procesos, productos y resultados. Sus principales destinatarios son los titulares de las entidades académicas y sus respectivos consejos técnicos e internos, así como los titulares de las dependencias administrativas.


Figura 1.



Catálogo de desempeño docente.

Se incluyen por primera vez indicadores de desempeño en el presupuesto. Su origen es el Catálogo de Indicadores de Desempeño 1 que fue elaborado en una Comisión de Indicadores del Grupo Técnico de Responsables de Estadística y Planeación Institucional a lo largo de dos años. A esta selección de indicadores del Catálogo se le incorporaron criterios estadísticos y notas de cálculo a fin de asegurar su com­parabilidad entre entidades, o bien agregarse para obtener indicadores institucionales.

Con los indicadores de desempeño se busca introducir, en un instrumento tan importante como el presupues­to, elementos que permitan valorar el comportamiento de una entidad académica, promover la rendición de cuentas y vincular en su cálculo a las áreas administrativas con las académicas.

De 2006 a 2009, a la luz de los resultados obtenidos en su aplicación, se trabajó en la depuración y mejora tanto de los indicadores como de los criterios de cálculo.

En 2010 se realizaron talleres donde los representantes de planeación y administración de todas las facultades, escuelas, institutos y centros revisaron e hicieron propuestas sobre esta selección de indicadores. El resultado de estos trabajos fue la inclusión en el apartado programático del Presupuesto 2012 de un conjunto nuevo y específico de indicadores de desempeño. [1]

La Comisión sesionó en ocho ocasiones y generó un Catálogo Preliminar de Indicadores, con 187 indicado­res distribuidos de la siguiente manera: 94 de docencia, 48 de investigación, desarrollo tecnológico e innova­ción, y 45 de difusión, divulgación y extensión.


[1]  www.planeacion.unam.mx/Planeación/Apoyo/cat_indicadores_2005.pdf

Para tener un contexto general frente al panorama actual en México D.F. se expone lo siguiente: En México según el análisis del tema nos permite ver que la evaluación docente es ante todo un tema político, situación como en la mayoría de los estados como el nuestro siempre estará presente en los derroteros para lograr obtener altos niveles en la educación en los estudiantes, por lo que el instituto nacional para la educación de la educación - INEE reconoció en el 2014 en México que la práctica “docente es compleja y no puede evaluarse sólo a través de exámenes. Entonces, ¿por qué no promovió  ante el Congreso un cambio en la legislación, donde se establezca que cuatro años es un periodo muy corto para evaluar a tantos docentes?”. Por un lado los docentes en desacuerdo y la comunidad en general está a favor de la dicha evaluación y de que se apliquen sanciones a los maestros que no los aprueben y según encuestas realizadas a la comunidad por 9 de cada 10 mexicanos estuvieron de acuerdo que los maestros de escuelas públicas sean evaluados, mientras que un 3% están en desacuerdo con los exámenes. Por su parte, la Secretaria de Educación Pública ha argumentado de “aplicación de exámenes” y no de evaluación.  Ante esta discusión los entes estadales plantearon para la evaluación docente en cabeza de la  Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hizo manifiesto que no estaba negándose a la evaluación, sino que buscaba la derogación de toda la reforma educativa. Por tanto, iba a seguir con sus manifestaciones, incluso si la evaluación se mantenía en suspensión.
La Secretaría de Educación Pública  en México D.F. tiene como propósito esencial crear condiciones que permitan asegurar el acceso de todos los ciudadanos a una educación de calidad, en el nivel y modalidad que la requieran y en el lugar donde la demanden. Como estructura en el sistema universitario existen diversas formas de cursar la educación superior, existen las Universidades Tecnológicas (UTs) que ofrecen a los estudiantes que terminan la educación media superior, una formación intensiva que les permite incorporarse en corto tiempo (luego de dos años), al trabajo productivo o continuar Las estudios a nivel licenciatura en otras instituciones de educación superior, el cual está orientado al aprendizaje como un proceso a lo largo de la vida, enfocado al análisis, interpretación y buen uso de la información. Actualmente hay 61 Universidades Tecnológicas, en 26 estados de la República. El que estudia en estas instituciones obtiene el título de Técnico superior Universitario.
El primer proceso de evaluación en el marco del SPD tuvo lugar en el ciclo escolar 2014-2015 con los dos concursos de oposición (uno ordinario y otro extraordinario) para ingresar a los niveles de educación básica y media superior. Aunque originalmente se había planeado la realización sólo del primero de ellos, el bajo porcentaje de aspirantes que obtuvo resultados satisfactorios y la necesidad de las entidades federativas de ocupar las plazas vacantes, obligaron a realizar un concurso extraordinario. En la siguiente tabla se muestran algunos datos que dan idea de la magnitud del proceso de evaluación.[2]





Indicadores de los concursos para el ingreso al SPD: 2014-2015

Indicadores
Educación básica
Educación Media Superior
Plazas de jornada
16,135
2,648
Plazas por hora/semana/mes
65,530
76,248
Aspirantes evaluados para el ingreso al SPD
146,890
34,637

De los 130 mil 503 docentes que se presentaron al examen solamente 4.558 obtuvieron el mejor desempeño, que equivale al 3%. Sin embargo, de los 51 mil 471 de aspirantes que aprobaron la evaluación, 67,3% no obtendrá una plaza, debido a que no hay plazas para ellos, porque las que ofrecieron fueron solamente 16 mil 505, pasando estos docentes aprobados a una lista preferencial para que por lo menos 6 de cada 10 sí logren colocarse de esta fecha al 31 de mayo de 2015. Una gran cantidad de aspirantes a ingresar al SPD no obtuvo una calificación satisfactoria en estos primeros concursos de oposición: 88 mil 770 (60%) en educación básica y 23 mil 260 (67%) en educación media superior. Respecto de los procesos de evaluación para el ciclo 2015-2016, al 17 de mayo de 2015 se habían registrado 246 mil 256 aspirantes a participar en los ocho concursos que se realizarán en la educación básica y media superior correspondientes al Ingreso y Promoción a cargos de Dirección, Supervisión y Asesoría Técnica Pedagógica.

CONCLUSIONES

     Se evidenció que el desempeño docente de los docentes de las diferentes universidades pueden ser evaluados desde diferentes perspectivas y que conforme al enfoque de cada institución y las base estatales ya sea el nivel de estrato, factor económico, condición social, política de una población, el cual puede originar resultados educativos similares y a la vez  diferentes.
     La importancia de la evaluación del desempeño docente y la toma de conciencia de cada educador no es muy frecuente, sin embargo las modalidades de participación en la evaluación de cada institución y el evaluado responde a la consideración que ésta no debe ser exclusiva de un solo actor sino que debe ser consensuada entre todos los sujetos objeto de evaluación, no solo en determinar si se es excelente, bueno o malo y ceñirse en una clasificación, sino aprovechar de las fortalezas y debilidades en el dicho hallazgo, implicando una correcta planificación y ejecución de cada uno de los participantes proyectándose en la continua mejora para llegar al fin institucional y más aún de bien colectivo que es que los estudiantes tengan una formación integral en su educación y poder ser hombres y mujeres de bien para la sociedad.
     La evaluación del desempeño docente, como herramienta para gestionar la calidad de planta de docentes, como compromiso primordial de cada postulado gubernamental de los estados, deben propender la reflexión y aplicación constante en los diferentes niveles como individual y colectivamente en búsqueda de la excelencia en la educación que se imparte a los estudiantes, en los contextos de la política de gestión de cada organización, estableciendo derroteros bien encausados en el fortalecimiento continuo de los aprendizajes, percatandose de las necesidades y fortalezas de la formación y capacitación, para que con ello tener la certeza de establecer mejores relaciones mediante una organización inteligente, capaz de aprender con pensamiento crítico y la capacidad evaluarse, autoevaluarse y co-evaluarse y con ello transfigurarse de acuerdo con las necesidades actuales que el mundo va presentando, para así formar  personas en un modelo de calidad de educación de excelencia y enfrentar los cambios recientes de la modernidad y el proceso de globalización que impera.
 LA EVALUACIÓN DOCENTE EN CHILE
  
INTRODUCCIÓN

Para hablar del proceso de la evaluación docente en Chile es fundamental hacer una contextualización rápida y general sobre la situación sociopolítica que atravesaba el hermano país austral hacia la década del noventa. Se debe tener en cuenta que sólo hacia el año de 1990 se recupera la democracia después de la dictadura militar encabezada por el general Augusto Pinochet que duró 17 años y asoló el país. 

Durante dicha dictadura militar los maestros dejan de ser funcionarios públicos y pasan a ser regidos por código el laboral y dependientes de las municipalidades, esta situación conlleva la pérdida de beneficios históricamente alcanzados por el gremio de profesores en términos de sus condiciones de ingreso, remuneraciones, mantención en servicio y sistema de jubilación por años de servicio, entre otros; a ello se sumaron despidos masivos como consecuencia de la flexibilidad laboral del nuevo contexto contractual y normativo (Bonifaz 2011, p. 16).

Posterior al retorno de la democracia durante la década del noventa y la primera década del siglo XXI se expidieron una serie de leyes y normativas tales como: el estatuto docente, el marco para la buena enseñanza, el acuerdo tripartito para la evaluación y finalmente, la ley de evaluación docente. Este transcurso de tiempo estuvo marcado por el diálogo y la negociación de más de una década  entre los diferentes actores de la comunidad educativa, así como por la evaluación que llevó a cabo la OCDE en el año 2013 sobre la implementación de dicho sistema.

A continuación se describe de manera general la estructura del sistema de evaluación docente aplicado en Chile, que está orientado a evaluar el desempeño profesional de los docentes de aula de establecimientos municipales del país, y que busca promover el desarrollo profesional y asegurar el cumplimiento de estándares para un desempeño docente de calidad, y así mejorar el aprendizaje de los alumnos y que tiene consecuencias como acceso a incentivos económicos, oportunidades de formación y sanciones cuando no se alcanzan los desempeños esperados.

MARCO NORMATIVO

Un hito prominente en el desarrollo de las políticas educacionales que buscaban fortalecer la profesión docente fue la publicación en el año 1991 de la Ley 19.070, que fija el Estatuto de los Profesionales de la Educación. Este cuerpo legal norma los requisitos, deberes, obligaciones y derechos de los profesionales de la educación. Su propósito principal fue incentivar la profesionalización de la labor docente y mejorar las condiciones de trabajo y remuneraciones asociadas a ella, haciendo reconocimiento explícito y legal del carácter profesional de la función docente. Asimismo, el Estatuto Docente reconoció el derecho al perfeccionamiento profesional, estimuló la formación en servicio y consagró la autonomía del docente en el ejercicio de su función así como su responsabilidad personal por su desempeño, el que sería evaluado a través de un sistema de calificaciones.
Es importante señalar que en el año de 1994 se entrega al gobierno el Informe del Comité Técnico Asesor para la Reforma Educacional (Informe Brunner) que concluyó que para asegurar la calidad de los aprendizajes resultaba imprescindible fortalecer la profesión docente, dotándola de las condiciones necesarias para su desarrollo profesional y para favorecer su desempeño al más alto nivel posible.

Posterior a este informe vinieron otras leyes que legislaron sobre asuntos más puntuales referidos al Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente, Ley 19.933 del 31 de enero de 2004; ley 19.961 del 2004 sobre evaluación docente; la ley 19.997 del 2005 que modifica la anterior; y finalmente la ley 20.501 del año 2011 sobre calidad y equidad de la educación.

MARCO PARA LA BUENA ENSEÑANZA

El Marco para la Buena Enseñanza surge de un trabajo en el que participaron diversos sectores que pusieron en juego sus propias posiciones ideológicas, políticas y técnicas. Esta diversidad enriqueció la discusión hasta alcanzar finalmente un marco de acuerdo respecto a las características centrales que debía tener el sistema de evaluación.

El Marco para la Buena Enseñanza reconoce la complejidad de los procesos de enseñanza y aprendizaje y los variados contextos culturales en que éstos ocurren, tomando en cuenta las necesidades de desarrollo de conocimientos y competencias por parte de los docentes, tanto en materias a ser aprendidas como en estrategias para enseñarlas; la generación de ambientes propicios para el aprendizaje de todos sus alumnos; como la responsabilidad de los docentes sobre el mejoramiento de los logros estudiantiles. Este instrumento no pretende ser un marco rígido de análisis que limite o restrinja los desempeños de los docentes; por el contrario, se busca contribuir al mejoramiento de la enseñanza a través de un «itinerario» capaz de guiar a los profesores jóvenes en sus primeras experiencias en la sala de clases, una estructura para ayudar a los profesores más experimentados a ser más efectivos para mejorar la calidad de la educación. Tres son las preguntas básicas que recorren el conjunto del Marco: ¿Qué es necesario saber?, ¿Qué es necesario saber hacer? Y ¿Cuán bien se debe hacer? o ¿cuán bien se está haciendo?

La evaluación final de cada profesor corresponde a una apreciación global relativa al desempeño profesional relacionado con el Marco para la Buena Enseñanza, sus dominios y criterios, que se establece en cuatro niveles de desempeño: Destacado, Competente, Básico e Insatisfactorio. Se evalúan cada cuatro años todos los docentes de aula del ámbito de la educación municipal que cuenten con, a lo menos, un año de ejercicio profesional, a excepción de aquellos que han obtenido resultado de nivel Insatisfactorio, quienes deben evaluarse al año inmediatamente siguiente con el propósito de asegurar que las falencias en el cumplimiento de estándares mínimos de desempeño no afecten significativamente el quehacer docente.

La evaluación se realiza sobre la base de las evidencias del desempeño profesional de cada docente recogidas a través de cuatro instrumentos: Autoevaluación, Entrevista por un Evaluador Par, Informes de Referencia de Terceros y Portafolio de desempeño pedagógico, todos los cuales deben guardar relación con los dominios, criterios y descriptores fijados en el Marco para la Buena Enseñanza. De los cuatro instrumentos involucrados en la evaluación, solo el Portafolio es sometido a un proceso de corrección propiamente tal, pues en los demás instrumentos los propios evaluadores han asignado el nivel de desempeño correspondiente, frente a cada pregunta o indicador evaluado.

Tabla 1
Dominios y Criterios del Marco para la Buena Enseñanza (Marco Para la Buena Enseñanza, 2008, p. 9)
A. Preparación de la enseñanza
A1. Domina los contenidos de las disciplinas que enseña y el marco curricular nacional. A2.Conoce las características, conocimientos y experiencias de sus estudiantes.
A3.Domina la didáctica de las disciplinas que enseña.
A4. Organiza los objetivos y contenidos de manera coherente con el marco curricular y las particularidades de sus alumnos.
A5. Las estrategias de evaluación son coherentes con los objetivos de aprendizaje, la disciplina que enseña, el marco curricular nacional y permiten a todos los alumnos demostrar lo aprendido.
B: Creación de un ambiente propicio para el aprendizaje
B1. Establece un clima de relaciones de aceptación, equidad, confianza, solidaridad y respeto.
B2. Manifiesta altas expectativas sobre las posibilidades de aprendizaje y desarrollo de todos sus alumnos.
B3. Establece y mantiene normas consistentes de convivencia en el aula.
B4. Organiza un ambiente estructurado y utiliza los recursos disponibles.
D. Responsabilidades profesionales
D1. El profesor reflexiona sistemáticamente sobre su práctica.
D2.Construye relaciones profesionales y de equipo con sus colegas.
D3. Asume responsabilidad en la orientación de sus alumnos.
D4. Propicia relaciones de colaboración y respeto con los padres y apoderados.
D5. Maneja información actualizada sobre su profesión, el sistema educativo y las políticas vigentes.
C. Enseñanza para el aprendizaje de todos los estudiantes
C1. Comunica en forma clara y precisa los objetivos de aprendizaje.
C2. Las estrategias de enseñanza son desafiantes, estructuradas y significativas para los estudiantes.
C3. El contenido de la clase es tratado con rigurosidad y es comprensible para los estudiantes.
C4. Optimiza el tiempo disponible para la enseñanza.
C5. Promueve el desarrollo del pensamiento. C6. Evalúa y monitorea el proceso de comprensión y apropiación de los contenidos por parte de los estudiantes.


ESTRUCTURA SISTEMA DE EVALUACIÓN DESEMPEÑO PROFESIONAL DOCENTE.

La estructura del sistema de evaluación docente está compuesta de tres niveles (ver figura 1): el nivel central (CPEIP del Ministerio de Educación, asesoría técnica independiente y una comisión técnica asesora); el nivel comunal (Coordinador Comunal de Evaluación; Evaluadores Pares; Comisión Comunal de Evaluación; el nivel escuela (docentes evaluados; Directores y Jefes de Unidades Técnico Pedagógicas).

 

CONCLUSIONES.

A modo de conclusiones se pueden establecer unos desafíos, unos aprendizajes, algunos nudos críticos establecidos por el magisterio y unas comparaciones con el reciente modelo de evaluación adoptado por nuestro país. A modo de desafíos se puede comentar que la evaluación no mide el nivel de conocimientos disciplinarios, así mismo su aplicación solo cubre una parte del universo de docentes, es necesario establecer una carrera profesional docente orientada al mérito y el desarrollo profesional y finalmente el impacto formativo sigue siendo bajo –lo anterior según los resultados que arrojó la evaluación realizada por la OCDE en el año 2013-. A modo de aprendizajes es importante resaltar que si bien ha sido un proceso participativo y concertado de construcción de política pública educativa, aún faltan por resolver ciertos aspectos que el magisterio chileno considera críticos, tales como: la progresión en la carrera; la ausencia de la escuela como una comunidad de aprendizaje; la desconfianza y la falta de apoyo a la labor docente, así como la evaluación y progresión en la carrera. Finalmente haciendo una comparación rápida con Colombia es fundamental tener en cuenta los resultados arrojados por la evaluación hecha por la OCDE para no cometer los mismos errores que se pudieron cometer en la implementación del Sistema de Evaluación en Chile y distanciarse de aquellas propuestas que en determinados momentos premian el trabajo individual que fomenta la competencia y niegan la posibilidad de lograr transformaciones educativas colectivas.

Fuentes Consultadas

(La mayoría de fuentes fueron recuperadas en internet entre el 1 y el 3 de septiembre del 2015)
Marco Normativo

Ley 19.070 de 1991. Estatuto de los Profesionales de la Educación. MEC
Decreto con fuerza de ley 1 de 1997. Estatuto Profesionales Educación. MEC
Ley 19.933 del 31 de enero de 2004. Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente. MEC
Ley 19.961 del 2004. Sobre evaluación docente. MEC
Ley 19.997 del 2005. Modifica la ley sobre evaluación docente. MEC
ley 20.501 del año 2011. Sobre calidad y equidad de la educación. MEC

Fuentes Consultadas
Bonifaz, Rodolfo. Origen de la Evaluación Docente y su conexión con las políticas públicas en educación (2011).  En Manzi, Jorge. González, Roberto. Sun, Yulan, Editores La Evaluación Docente en Chile. Santiago, PUCC.
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Colegio de Profesores De Chile. Análisis preliminar del proyecto de Sistema de Desarrollo Profesional Docente presentado por el Mineduc. Santiago. CPC
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Santiago, Paulo. Evaluación docente en Chile: fortalezas y desafíos. Revisión de la OCDE de los marcos de evaluación para mejorar los resultados escolares, (2013). Santiago. OCDE.
Santiago, Paulo. Evaluación docente en Chile: recomendaciones. Revisión de la OCDE de los marcos de evaluación para mejorar los resultados escolares, (2013). Santiago. OCDE.
Ministerio de Educación de Chile. Resultados evaluación docente 2012, (2013). Santiago. MEC.
Ministerio de Educación de Chile. Resultados evaluación docente 2014, (2014). Santiago. MEC.
Alvarado, Macarena. Cabezas, Gustavo. Falck, Denise. Ortega, Maria Elena. La evaluación docente y sus instrumentos: discriminación del desempeño docente y asociación con los resultados de los estudiantes. Santiago. MEC / PNUD.   

 LA EVALUACIÓN DE DESEMPEÑO DOCENTE EN ASIA

En las últimas décadas son cada vez más numerosos los estudios que han confirmado la importancia del docente como elemento imprescindible en la mejora de la educación siendo su formación inicial, y los elementos que la acompañan, un primer periodo de especial relevancia. Por otro lado, las evaluaciones internacionales realizadas en los últimos años han puesto de manifiesto un claro desarrollo en el rendimiento de los estudiantes de determinados países asiáticos. Siendo conscientes de estos dos fenómenos y teniendo en cuenta las modificaciones llevadas a cabo en las políticas educativas de la formación inicial del docente de nuestro contexto nacional, estudiar cuales son los elementos más destacados del conjunto de los países, o regiones económicas asiáticas, cuyo sistema educativo consigue los mejores resultados en el último informe PISA de la OECD. La realidad de estos países nos invita a realizar una reflexión crítica sobre nuestro sistema actual de formación inicial labor docente para realizar una  mejora continuada e, igualmente, en el progreso del rendimiento de los estudiantes.

Los resultados educativos de algunas regiones del continente asiático en pruebas de reconocido prestigio, como las del último informe PISA (Programme for International Student Assessment) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, hacen necesaria una mirada pausada de las diferentes políticas educativas que en estos países se están desarrollando.

Desde que se reconociera la estrecha relación entre el nivel de educación de un país con el PIB por habitante en ya estudios clásicos como el de Denison de 1967 y más recientes como los de Neira y Guisán, cada vez resulta de un mayor interés conocer las actuaciones que están llevando a cabo, en las últimas décadas, las economías en crecimiento continuado.

Concretamente, en el estudio reciente de Guisán  se muestra el desarrollo cada vez más estable de economías asiáticas entre las que encontraríamos a Hong-Kong, Japón y Corea del Sur. Y respecto a los dos gigantes asiáticos, China e India, este mismo estudio informa que también están mejorando sus indicadores socio-económicos.

Teniendo en cuenta esta información, hemos considerado necesario seleccionar países asiáticos destacados tanto por sus economías como, y especialmente, por sus resultados positivos en el ámbito educativo medidos por el rendimiento de sus estudiantes. De esta manera, los países finalmente elegidos para el estudio han sido Shanghái, Corea del Sur, Hong Kong, Singapur y Japón, cuyos elementos geopolíticos generales se resumen en la  siguiente tabla.



Si bien a lo largo del estudio Shanghái y Hong Kong se encuentran definidos como territorios independientes, ambos forman parte de la República Popular China: cuarto país más grande del mundo en extensión y cuya capital administrativa es Pekín. Sin embargo, Shanghái está considerada como la capital económica de China: cuenta con el mayor puerto de mercancías del mundo y es la ciudad más poblada del país. Hong Kong, por su parte, formó parte de las colonias inglesas hasta 1997, momento en el que adquirió la condición de región administrativa especial, lo que se traduce en un sistema administrativo y judicial independiente.

Los otros países asiáticos elegidos, suponen potencias con un alto desarrollo económico. Corea del sur contó con una de las economías de más rápido crecimiento del mundo entre 1960 y 1990, al igual que Singapur, a pesar de ser el país más pequeño del sudeste asiático; ambos países, junto a Hong Kong y Taiwán, forman los denominados «cuatro tigres asiáticos». Por su parte, Japón, consolidado como una de las mayores potencias mundiales, se sitúa el tercer país con mayor fuerza económica (por detrás de China y EEUU). En lo que respecta al ámbito educativo, tal y como se muestra en la tabla, estos 5 países asiáticos se encuentran situados entre los 8 mejores del mundo según el último informe PISA:




Junto con el informe PISA, que nos informa de los rendimientos académicos de los estudiantes en los diferentes países participantes en el estudio, el informe Mckinsey (Barber & Mourshed, 2014) es la otra gran fuente que confirma el criterio para la selección realizada en este artículo de los países asiáticos, en concreto, en lo relativo a la formación inicial del docente.

El informe Mckinsey concluye con dos aspectos que comparten los sistemas educativos «exitosos». De estos tres elementos, los dos primeros hacen referencia directa a la profesión docente:

1.    Conseguir a las personas más aptas para ejercer la docencia.
2.    Desarrollarlas hasta convertirlas en profesores eficientes. Especialmente el primero de ellos justifica la importancia de la formación inicial del profesorado ya que pone de manifiesto que la selección y atracción a la profesión docente es un factor imprescindible para la mejora del rendimiento académico.

A esta misma conclusión ya había llegado dos años antes la misma OECD cuando publicó el informe en el que concluye indicando que atraer a personas cualificadas a la profesión docente y motivarlos en su trabajo es probablemente el principal desafío en el ámbito de la educación.

Poder aprender de escenarios excelentes situados, en este caso, en el ámbito asiático nos resulta especialmente interesante ya que nos permitirá reflexionar sobre nuestro propio sistema de formación inicial de maestros y profesores tomando como ejemplo las políticas educativas desarrolladas sobre diferentes elementos de los países asiáticos exitosos.

A pesar de la reconocida importancia del salario inicial para la atracción hacia la profesión docente, ésta no es suficiente sin la coordinación con políticas que permitan un adecuado desarrollo profesional progresivo, incentivado y reconocido: aspecto especialmente importante para retener a los buenos candidatos.

En el caso de los territorios estudiados de China en los últimos años, se ha desarrollado un sistema global de promoción e incentivos. La carrera profesional del docente es evaluada de forma externa al centro en varios niveles simultáneamente: local, provincial y nacional. Pero el elemento más innovador de este sistema, ya que esta misma práctica está extendida cada vez en un mayor número de países, reside en que no se valora exclusivamente la experiencia profesional sino que los méritos se basan también en el grado de adquisición de competencias docentes en el periodo de evaluación de su función profesional.

En Shanghái la evaluación provincial y local se realiza cada 3 años, mientras que la nacional se lleva a cabo cada 5 años. Durante estos periodos, los docentes forman parte de equipos de trabajo que estudian cuestiones pedagógicas de su materia para mejorar el rendimiento escolar. En un principio, los docentes inexpertos son tutorizados por buenos profesores expertos hasta que adquieren el rango de Famous teacher.

Esta es una de las posiciones más relevantes en el desarrollo del docente ya que es en ese grado en el que deben comenzar a tutorizar a otros profesores noveles, programar reuniones quincenales, crear talleres de desarrollo curricular y profesional en los que participen otros profesores del distrito.

En la primera etapa, contemplada a nivel estatal, todos los países seleccionados realizan una prueba de acceso a sus futuros estudiantes. Sus características difieren en cada país, e incluso entre regiones de un mismo estado. Este es el caso de China donde desde 2004 las pruebas de acceso de 11 provincias son determinadas por las autoridades locales; encontrando diferencias entre regiones como Shanghái, Pekín o Jiangsu.. En China, la prueba de acceso a los estudios superiores, conocida como Gao Kao, tiene un gran peso en la selección de los futuros docentes. Existen varios formatos, dependiendo de la provincia. Esta evaluación se realiza en Chino Mandarín, y por lo general, consta de tres pruebas obligatorias, que incluyen matemáticas, chino y lengua extranjera, y una o más pruebas optativas, dependiendo de la provincia. En las áreas optativas, se elige entre física, química, biología, política, historia o geografía.

Al contrario que en China, donde el tipo de examen difiere según las localidades, en Singapur, Corea del Sur y Japón existe un único proceso de selección a nivel nacional. En el caso de Singapur, esta prueba de acceso se realiza de forma conjunta por el Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Educación e incluye no sólo cuestiones relativas a la nota del expediente académico sino también otros tipos de logros y aptitudes como las habilidades de comunicación o la motivación hacia la docencia.

Tal y como se muestra en la tabla , los países que requieren de una certificación y un examen para acceder a la profesión docente son Japón y Corea del Sur, mientras que Shanghái realiza un examen final.



Hong Kong y Singapur son los dos únicos países que no examinan a sus futuros docentes antes de su acceso laboral debido a que, como vimos en el subapartado anterior, su principal y exigente restricción se hace en el momento previo al acceso de los estudio de capacitación docente. De esta manera, en países como Singapur se asegura una salida profesional eficaz: los docentes son seleccionados y empleados por el Ministerio de Educación antes de comenzar su capacitación docente obteniendo, en el momento de su graduación, la garantía de un empleo y un salario.

Entre la selección previa a los estudios que capacitan para la profesión docente y el acceso al ejercicio profesional real, se desarrollan unos planes de estudio diseñados para que los futuros docentes comiencen a adquirir, en mayor o menor medida, las competencias propias del ejercicio profesional. Distintas instituciones diseñan diferentes planes de formación y en diversos periodos de tiempo. Debido a esta disparidad, hemos considerado necesario centrarnos en el análisis de las características generales de los planes de estudio de las instituciones dedicadas a la formación inicial del profesorado, exclusivamente, de nivel universitario.

En relación a la duración de los distintos planes, y ya que la mayoría de los territorios asiáticos exigen cierta certificación académica para ejercer la profesión, es relevante señalar que esta titulación se obtiene, por lo general, tras una formación que dura entre 2 y 4 años, tras finalizar la Educación Secundaria. Las excepciones a este diseño se encuentran en China (Hong Kong y Shanghái).

CONCLUSIONES

Cada vez existen más investigaciones que subrayan la importante relación que existe entre el profesorado y el rendimiento de sus alumnos. Sin embargo, al mismo tiempo, también sabemos que no cualquier docente sirve para conseguir la mejora educativa.

Más concretamente se reconoce que los países con mayor éxito educativo, entre los que encontramos los 5 países asiáticos incluidos en este artículo, se caracterizan por ser capaces de diseñar e implantar medidas que les permitan tener entre sus docentes a los mejores candidatos.

 CONCLUSIONES.

-     Al igual que la evaluación estudiantil e institucional la evaluación docente demanda la adecuada contextualización del lugar de desarrollo del ejercicio de enseñanza, el nivel o perfil de formación, el perfil de los educandos así como los criterios propios del proyecto educativo institucional.

-     Si bien se hace necesario fortalecer el rol del estudiante en el proceso formativo, no puede dejarse atrás la figura del docente y su evaluación, en este caso perfilando la misma desde la perspectiva de la capacidad de guía y acompañamiento al estudiante.

-     La evaluación docente lejos de concebirse como herramienta de enriquecimiento y de prestigio al interior del correspondiente gremio, debe entenderse como herramienta destinada al proceso de aprendizaje y la formación del individuo como persona y ser cognoscente, razón por la cual se demanda una revaluación cultural de la concepción para llevar a los mejores docentes a los puntos clave de la ruta formativa.

-     Es pertinente articular los procesos de evaluación docente con los institucionales para promover una sinergia entre los estamentos universitarios, así como desarrollar procesos de evaluación de forma regular.

-     La evaluación docente demanda una profesionalización de la labor docente donde además de los conocimientos disciplinares debe agregarse lo pertinente a los componentes sustantivos y metodológicos de la formación pedagógica.

-     La evaluación docente demanda de criterios estratégicos, tácticos y operativos desde los niveles jerárquico funcionales más altos hasta los propios de su materialidad.

 BIBLIOGRAFÍA GENERAL.

PROPEDÉUTICOS:

Pilonieta, Germán. Evaluación de Competencias Profesionales Básicas del Docente: Estrategia Efectiva. Cooperativa Editorial Magisterio, 2.006 (no existen publicaciones posteriores)

Montenegro Aldana, Ignacio Abdón. Evaluación del Desempeño Docente: Fundamentos, modelos e instrumentos. Ediciones Especiales Magisterio, 2.003 (no existen publicaciones posteriores)

Asociación Colombiana de Facultades de Administración. Caracterización del Perfil Docente de los Programas de los Programas de Administración y sus Competencias para la Docencia, Trazos y Diseños S.A.S. 2.014.

UNAM

Fracc. II de la Ley General del Servicio Profesional Docente (LGSPD). Artículo 7°, México D.F.
La Ley del Instituto y la Ley del Servicio Profesional Docente, establecen en sus artículos 28 fracción II y 7 fracción II, que en materia del Servicio Profesional Docente, para la Educación Básica y Media Superior. 2013.
A las Autoridades Educativas federal y locales, de conformidad con el artículo 14 fracción I Bis de la LGE.
Establecimiento de un marco para la evaluación e incentivos docentes. Consideraciones para México. OCDE. 2011  http://www.oecd.org/edu/school/48599568.pdf
Cordero, G.,Luna, E.,Patiño, N. (julio - diciembre, 2013) La evaluación docente en educación básica en México: panorama y agenda pendiente. Sinéctica, 41. Recuperado de http://www.sinectica.iteso.mx/?
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO-UNAM. https://www.unam.mx/
SISTEMA DE EVALUACIÓN DOCENTE. méxico. 2013. https://proyectos.filos.unam.mx/evaluacion/
www.planeacion.unam.mx/Planeación/Apoyo/cat_indicadores_2005.pdf
Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación - México. 2015 http://www.inee.edu.mx/

 CHILE

Ley 19.070 de 1991. Estatuto de los Profesionales de la Educación. MEC
Decreto con fuerza de ley 1 de 1997. Estatuto Profesionales Educación. MEC
Ley 19.933 del 31 de enero de 2004. Sistema de Evaluación del Desempeño Profesional Docente. MEC
Ley 19.961 del 2004. Sobre evaluación docente. MEC
Ley 19.997 del 2005. Modifica la ley sobre evaluación docente. MEC
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[1] La formación por ciclos propedéuticos corresponde a una formación secuencial, complementaria e integral, subdividida en niveles de formación, que articulados por medio de componentes preparatorios para el nivel subsiguiente generan un proceso formativo que puede ser terminal o secuencial (léase la formación por ciclos propedéuticos así CICLO I: Nivel técnico profesional - nivel tecnológico y CICLO II. Nivel tecnológico - nivel profesional universitario.)